40 años de una empresa familiar con visión de futuro
Renato Casas del Valle era muy joven cuando decidió que seguiría los pasos de sus familiares y se independizaría para formar su propia empresa. Siete años llevaba trabajando en la farmacéutica Abbott, su único trabajo desde que había terminado la universidad, y gracias a un buen desempeño había escalado hasta llegar a ser Gerente de Operaciones. Era 1980 y recién lo habían trasladado a Venezuela.
“Desde que me recibí de la universidad que empecé a ver la posibilidad de independizarme, yo era el único que trabajaba como empleado en la familia. Siempre mi padre me pidió que me independizara. Llegó la oportunidad y lo hice”, dice Casas del Valle.
Durante su tiempo en el laboratorio, el Bioquímico y Químico Farmacéutico notó que en Chile había un monopolio en la venta de silicato de sodio -sustancia utilizada en las más diversas industrias, como en la textil, en detergentes, en minería, incluso en la fabricación de adhesivos- y un mercado insatisfecho en sus demandas. Vio una oportunidad.
El 12 de noviembre de 1980 nace Quipasur. Con una sola planta química en el país y enfocados completamente en la producción de silicato de sodio, la empresa se instauró como un competidor alternativo que trabajaba de la mano con sus clientes, dando soluciones particulares a sus necesidades.
40 años funcionando
Tras 40 años de escuchar a sus clientes, de adelantarse a las tendencias y de evolucionar e innovar acorde a las necesidades del mercado, Quipasur hoy cuenta con tres plantas -en Nos, Lo Espejo y Concepción- y su producción se ha ido diversificando al silicato de potasio, resinato, resina de coliéster, pintura y otros productos exotérmicos y de fundición.
“El mercado nos iba pidiendo y nosotros fuimos creciendo. Formamos un equipo profesional muy importante, de químicos, de personas del área metalúrgica y del área financiera, y fuimos creciendo como equipo y creando nuevas cosas”, relata el fundador de Quipasur.
Así, la empresa se ha insertado en varias industrias, focalizándose actualmente en la fabricación de productos químicos para la agricultura, salmonicultura y minería, y ampliando sus operaciones en Chile, Perú y Argentina.
La familia se profesionaliza
Cuando la empresa cumplió 30 años, Renato Casas del Valle aceptó la propuesta de su hijo Javier de crear un directorio y así profesionalizar Quipasur. Actualmente, la familia Casas del Valle forma parte del directorio y dejó en manos de un equipo profesional la administración de la compañía.
Los valores fundacionales de Quipasur, sin embargo, se mantienen intactos. La innovación para mejorar día a día, ser una solución para los clientes y un compromiso con sus más de 150 colaboradores a lo largo del país siguen siendo la misión principal de la compañía.
Hoy, 40 años después de que un joven Renato Casas del Valle emprendiera el camino que lo llevaría a crear Quipasur, éste sigue mirando hacia el futuro: consciente de su rol social como empresario, quiere continuar fortaleciendo el vínculo con las comunidades locales en las que están sus plantas químicas y quiere llevar a Quipasur a tener cero emisiones en los próximos años.
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